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Núcleo: un emprendimiento con mucho groove

Electronic Groove en Español fue invitado al taller de Núcleo, una joven empresa argentina dedicada al desarrollo y fabricación de sintetizadores modulares. En una charla con sus dueños, Santiago Villa y Francisco Tripodi Arley, nos contaron cómo nació este emprendimiento y cómo fue el desarrollo del primer sistema modular 5U industrializado de Latinoamérica.

En un viejo departamento de Villa Urquiza, un tranquilo barrio de la ciudad de Buenos Aires, uno no se imaginaria que se lleva adelante uno de los proyectos más ambiciosos de la industria musical argentina. Sin embargo allí funciona Núcleo, una joven empresa fundada por dos entusiastas de la música, y principalmente de los sintetizadores, que luego de un largo y arduo camino llevaron adelante la construcción del primer sistema modular industrializado de Latinoamérica.

EG: Hola, chicos, ¡gracias por la invitación!

Santiago: Hola, gracias por tenernos en cuenta.

Francisco: ¡Hola, gracias por venir!

EG: Bueno, cuéntennos un poco de su historia y como se juntaron para formar Núcleo.

Santiago: Luego de que termine la escuela secundaria de industrial y electrónica, busqué algo que tuviera que ver con mi otra pasión que era la música. Sabía que no quería algo puramente técnico como ingeniería, y en esa búsqueda descubrí las Artes Electrónicas en la Universidad de Tres de Febrero (UNTREF). Ahí encontré sin saber, casi por intuición, el lugar donde podía aplicar artística y creativamente todos los conocimientos que tenía de electrónica, tecnología y demás. Durante un cuatrimestre tuve de profesor a Ernesto Romeo en una materia en la cual luego terminé siendo ayudante de cátedra. Luego de recibirme de licenciado en artes electrónicas, hoy soy adjunto de la cátedra de Tecnología Sonora I – II, además de ser coordinador de la carrera. Allí conocí a Francisco.

Francisco: Por el trabajo de mi padre viví un tiempo en Chile. Allí tocaba la guitarra, pero siempre me interesaron los pedales de efectos y todas esas cosas. A los 14 años, aproximadamente, empecé a buscar en foros online y encontré mucha información de gente que armaba sus pedales. Me compre un kit que venía para armar un pedal de distorsión, lo hice y me impresionó que anduviera, que sonara bien sin saber nada de electrónica, solamente siguiendo las instrucciones y viendo la información que encontraba en internet. Luego durante algunos años seguí haciendo algunas cosas de ese estilo y a los 17 años volví a Argentina a estudiar a la universidad. Entre a la UNTREF y en ese tiempo me mantenía vendiendo pedales y algunas otras cosas que hacía. Diseñaba y fabricaba sin haber tenido una formación en electrónica, pero aplicando las instrucciones y de ver tantos circuitos uno va aprendiendo, más o menos va dándose cuenta de cómo son las cosas. Cuando llegué a la UNTREF, en el primer cuatrimestre ingresé a la cátedra de Ernesto Romeo que me habían recomendado, y allí conocí a Santiago. Recuerdo que en una clase llevaron un sintetizador modular y un secuenciador, ahí flasheé de colores, porque yo venía del mundo de los pedales donde había solo un input y un output, y de pronto el instrumento tenía millones de cables y perillas. Ese fue mi descubrimiento de los sintetizadores modulares y a partir de ahí empecé a investigar, como hice con los pedales y me di cuenta de que también uno podía hacerlos.

EG: Una vez que se conocieron ¿cómo comienza a tomar forma el proyecto?

Francisco: A partir de esa experiencia con el sintetizador modular, comencé a fabricar el mío con ayuda del portal online YuSynth, que tiene información muy accesible. Al próximo cuatrimestre cursando en la facultad, llevé a una clase el sintetizador que había armado. Le comenté a Ernesto y a Santiago mi interés de tener un taller para que construyéramos este tipo de aparatos, porque me había dado cuenta de que era relativamente sencillo y que había muchas posibilidades. Afortunadamente me abrieron las puertas y al próximo cuatrimestre ya estábamos dando un taller extracurricular de sintetizadores, que tuvo mucha demanda y duró aproximadamente dos años. Contamos con el apoyo de la universidad, que nos daba los componentes y el hardware, los alumnos aprendían y armaban los sintetizadores que luego pasaban a formar parte de los instrumentos de la universidad. Por cuestión de tiempo no pudimos darlo más al curso, pero siempre estamos con ganas de volver.

Santiago: En ese tiempo yo estaba haciendo una maestría y tenía el proyecto de construir un sistema complejo. Francisco ya estaba pensando en construir para vender, y a partir de allí empezamos a pensar para armar un producto con otro nivel de profesionalismo, tanto en el hardware, en la selección de los componentes, las terminaciones y también en la personalización del instrumento.

EG: A partir de ahí comenzaron el proceso de diseñar un producto industrializado

Santiago: Si, pero sin pensar que iba a hacer una cosa a la que le íbamos a dedicar tanto tiempo, porque ambos queríamos hacernos nuestros sintetizadores para vender, pero lo veíamos más desde el lado de la lutheria a pedido y no tanto desde la industrialización.

EG: ¿Y cómo eran los primeros ensayos y productos que comenzaron a armar?

Santiago: Esto fue a mediados de 2014. En un principio creo que todos los que se metieron en esto, por lo menos de hace 40 años para acá, de alguna manera comienzan haciendo ingeniería inversa, viendo cómo funciona lo que ya existe y tratar de recrearlo o mejorarlo.

Francisco: Al principio usábamos cosas que ya sabíamos que funcionaban, como han hecho otras grandes marcas que por ejemplo copiaron el filtro del Moog que suena increíble. Nosotros tomamos el filtro de Steiner-Parker que también suena asombroso y es sencillo, también algunas envolventes de Roland que uno iba entendiendo ya de ver tantos circuitos, y sacábamos información importante del foro YuSynth, como osciladores y otros circuitos. Con todo eso llegamos a armar nuestro primer sistema, pero nos dimos cuenta de que si realmente queríamos mejorar el producto teníamos que hacer algo desde cero.

EG: ¿Cómo fue el desarrollo de ese sintetizador ideal?

Santiago: Comenzamos a hacer nuestros propios circuitos tratando de dar una vuelta más de tuerca a lo que había y no quedarnos en hacer solo una herramienta del pasado para nostálgicos, sino también pensando en el presente y en cómo se trabaja hoy.

Francisco: Buscamos que sea algo contemporáneo. Empezamos a pensar en la ergonomía, el diseño de la parte visual y la interfaz, sobre todo porque este tipo de aparato puede ser muy intimidante. Pero también lo pensábamos viéndolo nosotros como músicos. Particularmente a mí me gusta hacer música solo con sintetizadores modulares, entonces le metimos mucho desde el punto de vista musical, poniéndonos a nosotros como intérpretes. Me vi en la situación de diseñar un instrumento que finalmente iba a terminar usando yo. Eso está bueno, porque tenes tu idea y sabes que cosas necesitas para ir agregando o modificando. Éramos usuario y diseñador, entonces era experimentar, diseñar, buscar información, leer manuales, hablar con Ernesto…

EG: Siempre en algún lado aparecerá Ernesto Romeo

Francisco: Jaja si, él se copa con estos proyectos y con lo que estamos haciendo. Ahora tengo la oportunidad de trabajar y compartir cátedra en la facultad con él, por lo que nos va acompañando todo el tiempo con este desarrollo. Él tiene una visión muy rica porque ha tocado con 300 millones de sintetizadores, entonces la tiene muy clara. Nosotros le damos un feedback técnico de las cosas que él tiene y nos retroalimentamos de una manera muy productiva.

“Si bien la cuestión comercial está presente, porque esto lo hacemos para vender, realmente desde el minuto cero siempre fue más una cuestión de intuición y pasión”

EG: ¿Y cómo fue la relación entre el arte musical y la comercialización de un instrumento?

Santiago: Si bien la cuestión comercial está presente, porque esto lo hacemos para vender, realmente desde el minuto cero siempre fue más una cuestión de intuición y pasión principalmente. Desde siempre hice un trabajo de investigación muy grande, que sumado a mi experiencia musical me llevo a ver instrumentos de marcas reconocidas que están muy buenos, pero pensaba como no le agregaron tal o cual cosa, ¡estaría buenísimo! Entonces cuando ya sos una marca importante con una producción importante, los costos generalmente terminan determinando el producto privándolo de cosas que seguramente lo harían mejor, y nuestro objetivo es evitar eso.

EG: ¿Eso se relaciona con la posibilidad de personalizar el producto?

Santiago: Sí, la personalización es algo importante para nosotros por ese tema, pero también refiere a muchos otros aspectos de nuestro sistema.

Francisco: Teníamos ganas de diseñar un sintetizador con una impronta desde como está planteado el sistema. Este sintetizador tiene muchas características que no tiene ningún otro en la historia de los sintetizadores modulares.

Por ejemplo, este sistema, que es relativamente chico, tiene 7 osciladores. El núcleo de los dos osciladores principales, que son los que generan la forma de onda primaria de la cual se derivan el resto, se comparte con el oscilador de baja frecuencia y el sample and hold, entonces los otros osciladores que son de formato diferente comparten las mismas características, que van desde funcionar como LFO con un espectro inmenso y con mucha versatilidad. Todos tienen entradas de sincronización y podés hacer unas cosas generativas entre ellos que no se puede hacer con otro sistema. Generalmente el LFO solo cumple solo ese rol y no le ponen todo lo bueno que tiene un oscilador de audio. Nosotros quisimos hacer que cada uno de los módulos tenga muchas posibilidades de ser usado. Entonces te compras un sistema o un solo modulo y podés hacer infinidad de cosas, es muy sinérgico.

EG: ¿La versatilidad fue una de las premisas del desarrollo o fue casualidad?

Francisco: Si, no fue casualidad, nosotros de entrada nos exigimos un montón para ser diferentes, por eso nos llevó muchísimo tiempo diseñar todo este sistema.

EG: ¿Y cómo fue llevar a la realidad ese instrumento ideal con un prototipo?

Santiago: Este proyecto tiene varias etapas, como puede ser la de “soñar”, en la cual uno piensa en todo lo que le gustaría que tuviera el sintetizador. Después todo eso hay que bajarlo a tierra, entonces viene la etapa del prototipo y de la prueba y el error. También allí empezamos a trabajar con proveedores lo cual también nos enseñó mucho al momento de probar una idea.

Francisco: Cuando nos pusimos a trabajar, yo me ocupaba principalmente de la interfaz visual del frente, pero fue un trabajo de ida y vuelta, en el cual arrancamos diseñando el frente con las cosas que quisiéramos que tenga y despues lo llevábamos a la realidad con una protoboard, osciloscopios, y pasando todo a un sistema cad de diseño de circuitos electrónicos. Pero al haber arrancado un sistema de cero hubo mucha prueba y error para lograr lo que queríamos.

EG: Una vez probado y ajustado el prototipo llega la hora de la producción. ¿Cómo es producir un sintetizador modular de primera calidad en Argentina?

Santiago: Este es el primer sistema que fabricamos y que forma parte de la primera tirada chica que vamos a hacer. Emprender algo tecnológico en nuestro país tiene una problemática principalmente de logística, en la cual no es sencillo conseguir proveedores, importar insumos, que puedan ingresar al país sin problemas, etc. Son cosas que todavía nosotros estamos aprendiendo y que seguramente iremos corrigiendo o ajustando en la próxima tirada que hagamos. Estamos en una etapa en la cual estamos asentándonos como empresa, recientemente estamos anotados en el ministerio de producción y participamos en un par de programas de incentivo, así que nos queda un largo camino.

Francisco: Todo lo que es gabinetería está hecho en el país, pero las placas y componentes son importadas. Lamentablemente la calidad, precio y rapidez de entrega de los componentes nacionales no están al nivel que nosotros buscamos, y que si tienen los productos importados.

EG: ¿Cómo es la relación con sus clientes?

Francisco: El feedback de nuestros clientes es genial. Porque todo lo que nos cuentan ya lo empezamos a pensar para nuestras próximas versiones. Aunque eso también es un problema porque estoy prácticamente todo el día pensando en circuitos y como llevar a cabo las cosas que van surgiendo (risas).

Santiago: Tenemos una muy buena relación con nuestros clientes. Valoran mucho la posibilidad de personalización de nuestros productos y también la cuestión de la garantía, ya que tienen la tranquilidad de que si hay algún problema saben dónde encontrarnos y tratan con nosotros directamente.

“El tipo de música que hacen nuestros clientes es muy variado, porque la versatilidad del sintetizador es muy grande”

EG: Con un producto de estas características, ¿sus clientes son solo músicos experimentados?

Santiago: Principalmente sí, pero también tenemos usuarios principiantes que están aprendiendo. En el caso del sintetizador modular asusta la cantidad de perillas, entradas y salidas, pero una vez que entendés la lógica es algo sencillo. También el hecho de tener que empezar cada vez de cero para hacer un sonido incita a la práctica y a la experimentación. Hay gente que utiliza para su música este tipo de instrumentos sin saber nada de síntesis, haciéndolo de manera intuitiva y tampoco está mal, porque se pueden lograr muchas cosas. El tipo de música que hacen nuestros clientes es muy variado, porque la versatilidad del sintetizador es muy grande.

Francisco: Estamos trabajando en un manual detallado del sistema para que el cliente pueda tener una guía para usarlo. Pero como dice el sabio Ernesto Romeo, afrontar la síntesis desde el punto de vista modular es la forma más fácil de aprender, tal vez al principio es un poco complejo, pero una vez superada la primera instancia después se hace fácil y no hay que olvidarse que todos los sintetizadores están basados en los modulares.

EG: ¿Cómo proyectan el futuro de Núcleo como emprendimiento?

Santiago: Si bien hoy nuestra estructura está compuesta por nosotros dos, la idea es ir ampliándola para nosotros poder dedicarnos de lleno al diseño y la gestión, y no tanto al armado. También tenemos como proyecto ingresar al mundo de Euro Rack, ya que sería principalmente una cuestión de adaptar los circuitos a otro formato.

Francisco: Nos gusta mucho la docencia. Si bien esto es una empresa, también nos gustaría no solo vender los sintetizadores sino enseñar a fabricarlos, entonces también nuestra idea es tomar la experiencia de Núcleo y poder transmitirla.

EG: Gracias por esta charla, les deseamos éxitos con sus proyectos

Santiago: Gracias a ustedes por difundir nuestro trabajo.

Francisco: ¡Gracias!

Sigue a Núcleo en su fan page haciendo clic aquí.

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