Desde tiempos inmemoriales y siempre acrecentando con el correr de los años, la prohibición fue la solución que el hombre (o mejor dicho sus autoridades) ha encontrado para hacerle frente a distintas problemáticas. Ejemplos abundan: desde la prohibición de consumo de opio en la Roma cristiana y que en muchas culturas se utilizaba con fines medicos -hoy podría compararse con la permisión del uso de cannabis medicinal- pasando por la denominada Ley Seca en los Estados Unidos que consistía en la ilegalización de la fabricación, importación, exportación y venta de bebidas alcohólicas en todo su territorio. Los resultados casi siempre fueron espejo: se generaban canales alternativos -entiéndase mercado negro- donde el control del estado era nulo. Una y otra vez la ley chocaba contra sus propias y endebles reglas. De aquella ley surgieron personajes siniestros como Al Capone y otros tantos otros gangsters que vieron en la prohibición un negocio sumamente rentable.
Ahora bien ¿Quién se imaginaría que en pleno siglo XXI se perseguiría, atacaría, difamaria y prohibiría un determinado género musical? Luego de los acontecimientos trágicos sucedidos en la fiesta Time Warp del 2016, donde cinco jóvenes murieron por policonsumo -sumado a la negligencia de los organizadores- tanto el gobierno de la ciudad como el provincial y nacional hacen agua en cuales son las medidas a tomar para que no se vuelva a repetir la tragedia. Sin ir más lejos y a menos de un año de Time Warp, en Arroyo Seco, al sur de Rosario, otra vez la muerte se hizo presente: 2 jóvenes murieron por supuesto consumo de éxtasis. Una semana posterior a estos acontecimientos, el intendente de Mar del Plata, Carlos Arroyo, decidió prohibir por decreto, todo tipo de realización de eventos denominados “Fiestas Electrónicas”. Este tipo de eventos, de los cuales 15 ya fueron programados y planificados, mueven a miles de fanáticos de todo el país a la ciudad balnearia. Figuras de la escena como John Digweed, Solomun, Nina Kravitz, Nick Warren entre otros proliferan una gran temporada veraniega. También para el turismo, ya que esos miles de fanáticos acrecientan el consumo.
Luego de extensas reuniones entre los organizadores, productores, funcionarios de la municipalidad y fuerzas de seguridad finalmente se dio marcha atrás con la “prohibición”. La presentación de Above & Beyond este sabado 14 de enero sera una prueba piloto. Esperemos no sea otra improvisación que debamos lamentar más tarde. Lo que sí es seguro es que nos esperan rigurosos controles al público en general y tal vez sean más incómodos que de costumbre. Ojalá podamos disfrutar de una temporada en paz.